jueves, 3 de marzo de 2011

Comentario de texto `` La Casa de Bernarda Alba´´

  Este fragmento pertenece al primer acto de la obra La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. Esta obra fue escrita en 1936 y se incluye dentro del grupo poético de la Generación del 27. Este movimiento literario destaca por su carácter innovador y por la combinación de tradición y vanguardia y de lo culto y popular.


   La Casa de Bernarda Alba se ambienta en la Andalucía de los años 30. En una casa donde viven juntas la abuela, la madre y sus cinco hijas. La madre, Bernarda, es muy autoritaria y su mayor preocupación son las convenciones sociales de la época. Casada anteriormente, se acaba de quedar viuda por segunda vez. Tuvo a su primera hija con su primer marido y ésta heredó todo su dinero. Bernarda decide cerrar la casa durante un luto de ocho años tras el fallecimiento de su segundo marido y ésto provoca una serie de conflictos.


   Con esta pieza teatral Lorca refleja la situación de España, el país atraviesa una fuerte decadencia económica, política y social, que más tarde desembocará en la guerra civil. Por otro lado, el autor realiza una fuerte crítica a la situación de la mujer, a la libertad,como se aprecia cuando Poncia dice que Bernarda querrá ahora que todas pasen necesidades, y a la diferencia entre las clases sociales, que se ve claramente en que las criadas desprecian a Bernarda y roban comida a escondidas.


   Este fragmento, en particular, destaca dentro de la obra porque es el inicio del primer acto y nos pone en situación sobre el ambiente en la casa de Bernarda. Además, esta obra en concreto se considera una de las más logradas de Lorca y fue la última que escribió antes de morir.


  En este texto se dan a conocer varios personajes. En primer lugar, aparece la criada, que es una señora de 50 años, que se muestra sumisa e hipócrita, pero que participa junto con la Poncia en el rencor hacia Bernarda y hacia su difunto marido que la acosaba. Se ve claramente el miedo y la sumisión en intervenciones como"¡si te viera Bernarda". En segundo lugar, interviene Poncia, que es la vieja criada de 60 años, antigua amiga de Bernarda y ahora su sirvienta. Ésta participa en conversaciones, conflictos, da consejos y hasta tutea a Bernarda. También le guarda rencor a su jefa y esto se aprecia claramente cuando la trata de "dominanta". Aparte de los personajes principales, se nombran otros dos que son Bernarda y Magdalena. Bernarda, señora de 60 años, se caracteriza por ser autoritaria, orgullosa, clasista, agresiva, odiada... En este fragmento, queda claro su autoritarismo por los insultos y el miedo que le tiene su servidumbre. Magdalena es una chica de 30 años, sumisa, aunque en ocasiones protesta por la herencia de Angustias. Es la única que llora tras el funeral de su padre, y se siente inclinada al bien, como se puede observar cuando se comenta de ella que "se desmayó en el primer responso".


   En cuanto a los elementos espaciales, en este fragmento destacan: la habitación blanquísima, que simboliza el deseo de pureza, los muros gruesos, que hacen que haya un ambiente de no poder escapar de la casa, la sillas de anea, que quieren decir que era un espacio incómodo, y las campanas, que son un símbolo de luto y religión. Por otro lado el elemento temporal más destacado nos lo aporta el color en ''blaquísima'', que sitúa el fragmento durante el mediodía, es decir, en el primer acto. Hay que tener en cuenta que cada acto se ambienta en una parte diferente de distintitas tardes escogidas de diferentes días, de tal manera que no se sabe la duración temporal exacta de la obra.


   El tema central de la obra es el enfrentamiento entre la moral autoritaria, representada por Bernarda, y el deseo de libertad, encarnado por María Josefa y Adela. Sin embargo, en este fragmento se aprecian otros temas como el odio entre las distintas clases sociales por el rencor que las criadas guardan a su dueña.


  A grandes rasgos, este texto, que aparece en la primera escena en la que se habla del funeral de la muerte del marido de Bernarda Alba cuando aún no ha llegado la jefa a la casa, trata sobre el odio y el rencor que siente la servidumbre hacia ella. Además, se aprecian otros aspectos importantes reflejados en el sonido de las campanas, que es un símbolo de luto y religión.


  En cuanto al tipo de diálogo, esta pieza teatral está formada por réplicas breves entre la Criada y Poncia, que hablan de Bernarda. Abundan las oraciones exclamativas, típicas del registro coloquial, como se ve en la tercera intervención de Poncia, en forma de insultos. Aunque la Poncia se caracteriza por su lenguaje lleno de doble sentido y los vulgarimos, en este texto no se aparece explícito.


  Los recursos estilísticos más destacados son los siguientes: en primer lugar en la introducción aparece una sinestesia en ''silencio umbroso''. En segundo lugar aparece una hipérbole con ''ya tengo el doble de esas campanas metido entre las sienes''. Como ya se ha explicado, las campanas y los muros se convierten en símbolos de la religión, el luto y la represión.


  En cuanto al estilo, en estas líneas destaca el estilo verbal, puesto que la presencia de verbos se hace notar más y esto hace que la acción transcurra de forma más rápida. Al tratarse de un diálogo escrito en primera persona verbal para cada personaje, la subjetividad siempre está presente. El tiempo verbal más repetido es el presente como en ''entra'',''tengo'',''come'',''es'’. Por otro lado, el modo verbal más destacado es el indicativo que aporta objetividad. Hay una clara presencia de adjetivos especificativos que, en varios casos, se dan en forma de insultos.  Aparece una palabra con valor deíctico en ''ésa'' que se refiere a Magdalena y que además se usa con tono despectivo y ayuda a dar cierta cohesión al texto.


  En cuanto al léxico, el autor utiliza un léxico popular en esta pieza teatral. En este fragmento Lorca no hace uso de ningún arcaísmo. Se podría realizar un campo semántico sobre la casa con las siguientes palabras: ''muros'',''puertas'',''cortinas'' y ''sillas''. La mayoría de las palabras que aparecen tienen un valor denotativo, pero también aparece el lenguaje connotativo, por ejemplo, en los símbolos antes explicados.